Las abejas son exitosas porque comparten con el mundo sus maravillosos productos y de ellas he aprendido que el éxito tiene muchas caras y muchos matices…
Todos hemos tenido siempre un concepto del éxito en las personas.
Siempre lo asociamos con los reconocimientos, con el dinero en abundancia, con propiedades, con autos, medallas, premios, con la fama…
El éxito tiene muchas caras distintas a a esas que nos han impuesto…
Cuando comenzamos a ver la cara del éxito en forma distinta, nos daremos cuenta de que todos somos exitosos.
El azar y la suerte pueden ser importantes, pero mucho más importante es saber dónde estoy, quien soy, que hago, que quiero hacer, lo que me gusta, lo que no.
La conceptualización del éxito es algo que tenemos que retomar y quitar y agregar conceptos a este término llamado éxito.
Hoy quiero contribuir a que quienes se decidan a superarse tanto en el aspecto personal como profesional, tengan una visión distinta del éxito y sus implicaciones.

Trato de que la mujer, en especial, elimine el temor consciente e inconsciente que sufre al buscar el éxito, porque también las mujeres tenemos derecho a ser exitosas, pero ese éxito al que hoy me voy a referir, que no tiene nada que ver con la competencia feroz en que hoy en día se ha convertido.
El éxito tiene una cara distinta para todos y cada uno de nosotros.
Definir el éxito es muy difícil ya que se tienen que tomar en cuenta aspectos personales como los compromisos éticos y aspectos sociales, por ejemplo: ideologías, modelos o arquetipos que se han asimilado a lo largo de la vida.
Todo aquello que ha formado parte de la persona, lo que le da una individualidad única y singular, influirá en la idea que ésta tenga del éxito.
Por eso entonces, el concepto del éxito es subjetivo, lo que para alguien constituye un gran triunfo, para otro ni siquiera sería un motivo de satisfacción.
En el diccionario dice: Éxito: resultado feliz de un negocio. El logro o alcance de una meta. La realización satisfactoria de un proyecto. El cumplimiento de lo propuesto.
¿Se dan cuenta? ¿Qué definición tan ambigua, de una palabra que nos ha deslumbrado o que hemos perseguido durante nuestra vida?
Todas estas definiciones tienen en común el resultado o logro, así que podemos afirmar que el éxito es la obtención de algo preciado. Se dan cuenta, para el diccionario, es un evento con resultado tangible.
Esta frase escrita por Ralph Waldo Emerson, retrata de pies a cabeza, lo que para mí y para muchas personas, es el éxito:

“Merecer el respeto de personas inteligentes y el afecto de los niños, ganar el reconocimiento de críticos honestos y soportar la traición de falsos amigos, gozar de la belleza, descubrir lo positivo de los demás, hacer un poco mejor el mundo dejando detrás de ti un hijo bueno o un jardín cultivado, o bien porque ayudaste a un pobre; saber que no viviste en vano y que gracias a ti, una persona pudo respirar con más tranquilidad”.
Ralph Waldo Emerson.
¡Me encanta esta definición! Y yo le agregaría una propia.
Para mi el éxito consiste en la realización de una tarea, cualquiera que ésta sea, que merezca el reconocimiento de los demás y de nosotros mismos. Éxito es venir a esta vida a dejar algo positivo a la humanidad y tener una trascendencia tanto personal como social.
Éxito, es tener a quien amar y ser amado. Es tener una familia amorosa, que esté siempre allí, cuando los necesitamos.

EL ÉXITO INSTANTÁNEO,
¡Ahora y lo peor de tener tan mal concepto del éxito, es que lo queremos instantáneo hoy en día!
Pero hay una cosa muy cierta, para estas personas que lo quieren de inmediato….
Éxito está antes que trabajo solo en el diccionario.
Dos de los elementos que caracterizan la época actual son los cambios y la velocidad con que éstos se presentan. Hoy en día, la velocidad constituye un valor muy apreciado, al grado de que en la tecnología se le reconoce como uno de los parámetros de eficacia.
La mayoría no compraría una cafetera, aunque hiciera el mejor café del mundo, si se tarda horas en hacerlo. De igual modo, no contrataría a una empleada que fuera altamente eficiente pero muy lenta.
En esta época queremos que todo sea rápido, al viajar nos interesa la rapidez, con la que llegaremos más que ver los lugares por lo que vamos a transitar, aunque cuando estemos en nuestro destino nos instalemos a ver como para el tiempo que ahorramos. Lo que tarda en su preparación, no se vende.
Desde el café hasta las comidas preparadas.
Deseamos que todo se haga a la velocidad de las microondas.

En contraste con la tendencia moderna, que busca lo instantáneo, está la naturaleza.
Ella nos da una lección muy valiosa, todos los grandes cambios, se han hecho lentamente, sin prisa.
En la actualidad, lo que se hace lento no despierta el entusiasmo en la mayoría de las personas, en la naturaleza ocurre despacio y el avance escapa a la percepción del ojo humano. Es triste que nos perdemos de la belleza de la lentitud de la naturaleza, como es ver una fruta madurar, una flor abrirse, por la prisa que siempre tenemos.
Entonces, el éxito, cuando es la culminación de un proceso de desarrollo, no puede ser instantáneo. Eso sería antinatural y no podría ser duradero.
Los cambios grandes y rápidos en la naturaleza pueden ser catastróficos si no se hacen con un desarrollo armónico y sólo modifican el orden establecido.
Todo lo queremos ya, y al grano. Y nos perdemos de tantas cosas hermosas.
Si hoy esperaban que les hablara de un camino que nos conduzca al éxito, les digo que no hay un camino ni una receta para llegar, porque el éxito tiene muchas caras y que cada uno de nosotros tiene que irlo encontrando, no buscando, en su propio camino y su propia conceptualización del éxito.
Porque lo que para uno es el éxito total, para el otro ni siquiera le tibia ese tipo de éxito.
Todos queremos tener éxito, pero muchos lo desconocen
En el camino que conduce al éxito, no hay atajos, no existe ruta corta que nos conduzca rápidamente, porque si la hubiera, estaría tan saturada, que sería intransitable.
Logran el éxito quienes hacen un trabajo excelente sin esperar condecoraciones ni recompensas.
La excelencia que conduce al éxito no es un acto aislado, sino actos repetitivos llamados hábitos.

El éxito es ir planteándote objetivos conforme va pasando la vida, e ir alcanzándolos poco a poco.
No importa el ritmo, ni las veces que caigas.
Lo verdaderamente importante es superarse a sí mismo siendo una buena persona.
Las caídas nos ayudan a que los obstáculos sean el camino que tenemos que sortear. Eso es lo que nos da la resiliencia y la resistencia para poder llegar a ese lugar que queremos llegar, sea lo que sea lo que deseamos.
El éxito radica en la satisfacción de la persona, por las cosas que haga en la vida.
No tiene nada que ver el dinero, los reconocimientos, lo diplomas, los trofeos, el auto del año, la casa enorme y elegante, el club al que perteneces, el status social en el que te mueves, nada de eso es el éxito verdadero de la vida.
El éxito verdadero radica en la paz mental y espiritual. En la salud que tenemos, el amor de la familia y de nuestro entorno. Lo que servimos a los demás. Una persona exitosa es aquella que se siente feliz por lo que es, hace y tiene. Así en ese orden.
Una persona feliz, es aquella que es feliz sirviendo a los demás, llevando felicidad a su hogar, haciendo cosas positivas por su país, por su comunidad, por su entorno.
Esa es la felicidad. La que cada quien se busca para su beneficio y para su satisfacción.
No tenemos que compararnos con nadie para sentirnos felices, porque aquel al que tu admiras o envidias su posición, lo más probable es que no sea feliz como tú crees que lo es.
La mayoría de los seres humanos de hoy en día, hemos contaminado la palabra éxito, asociándola solamente con el dinero, la fama y los premios.
Nada más lejos que eso.
Éxito es ser feliz con la vida que tienes. Sentirte realizado con cada paso que das, tanto profesional como personalmente. El éxito es el sentimiento de plenitud y paz.
Para mí, el éxito sería mirar atrás cuando tenga 90 años y entender que mi vida ha sido parte de una red de afectos, cuidados y amor. Rodearme de gente a la que cuidar y que me cuide, no dejarnos nunca solas y ayudarnos a hacer que esta vida sea algo más bonito, menos solitario y más humano.
No busquen el éxito, porque ese viene solo. El éxito te busca a ti, cuando te ve apasionado, comprometido y que buscas trascender haciendo cosas hermosas.
Triny Terrazas.
Sabiduría milenaria.