Comenzaré por decirles que una de las principales herramientas para poder sobrevivir, es saber controlar nuestra mente, nuestros pensamientos que a veces son nuestros peores enemigos y ellos, nos llevan a tener enfermedades o actitudes que nos lleven a ellas.
¿Cómo aprender a dominar y tener una mejor actitud mental?
Los viejos hábitos de funcionamiento mental, son difíciles de desaparecer. Los patrones que tenemos para ver las situaciones que nos pasan son muy rígidos y difíciles de moldear.
Pero cuando nos decidimos y tratamos de llegar a otra dimensión en nuestra mente, los cambios se producen.
Lo primero que quiero transmitirles es que en el momento en que una persona pierde la esperanza, esos cambios no son posibles.
La pérdida de la esperanza, te cierra a la posibilidad de que algo mágico pueda suceder en tu vida.
La pérdida de la esperanza te impide tener cambios espectaculares.
La esperanza, nos otorga la posibilidad de construir nuevos surcos en nuestra mente, por los que van a transitar las soluciones a esos problemas que crees que no se pueden resolver.
Hay momentos en nuestras vidas que queremos tirar la toalla, la frustración se apodera de ti y esa sensación te hace sentir que es inútil todo lo que haces. Sin embargo, el hecho de no desesperarnos o tirar la toalla, a pesar de que todo parece que está en contra, de pronto… te llega de súbito, la solución que jamás te había pasado por la cabeza, inesperada, sorprendente, en los momentos más oscuros, nos viene una solución que resuelve esos problemas o conflictos por las que estás atravesando
El sentir confianza dentro de tu subconsciente, que hay esas posibilidades, ese seguir creyendo cuando todo va en contra, que las cosas se van a resolver. Hay que fluir para eso, a mi esta palabra, FLUIR, me ha resultado muy bien cuando no puedo resolver algo.
Todos conocemos los efectos perjudiciales en nuestro cuerpo que genera el estrés, el miedo, la angustia y el enojo. Si nuestra mente genera constantemente pensamientos negativos basados principalmente en el miedo, desencadenamos una compleja cascada de hormonas que interrumpen casi todos los procesos de la salud en nuestro cuerpo.

El cortisol, la principal hormona del estrés, incrementa el riesgo de disminuir la salud y nuestra inmunidad.
NIVELES ALTOS DE CORTISOL MATUTINO, GENERAN ANSIEDAD, DEPRESIÓN, PROBLEMAS DIGESTIVOS, ALTERACIÓN EN PATRONES DE SUEÑO, AUMENTO DE PESO Y DETERIORO DE LA MEMORIA Y CONCENTRACIÓN.
TODO ESTO CONSTITUYE UN CALDO DE CULTIVO PARA CUALQUIER VIRUS O CUALQUIER PATÒGENO.
CÒMO PODEMOS DEFENDERNOS?
SUEÑO.
Es la fase de recuperación de nuestra energía vital, hay que dormir por lo menos 7 horas.
El ayuno nocturno: 14 a 16 hora sin tomar alimentos, mejora mucho la calidad de nuestro sueño y ayuda a que el sistema metabólico de desintoxique por la noche y permite la reactivación de nuestras defensas al día siguiente.
¡Apaga los medios de comunicación!
Apaguemos todo lo que nos pueda alterar el sueño: celular, tabletas digitales, computadora, 2 o 3 horas antes de dormir. dejar descansar nuestro sistema nervioso por la noche es de gran beneficio.
los campos electromagnéticos de estos aparatos pueden afectar profundamente nuestros patrones de sueño. se recomienda no tener la televisión en la recámara y apagar el Wi-Fi por la noche.
hay que dormir con buena ventilación procurar que el cuarto se mantenga en buena temperatura.
Evitar la luz intensa, como la de los celulares o computadoras que genere luz azul LEDS, neón, porque reduce la hormona melatonina hasta 50%. esta hormona es clave para la activación del sistema inmunitario, no veas estos aparatos con la luz apagada y bajarles la intensidad.
Busquemos la naturaleza, dar paseos al aire libre, en el campo, es el mejor remedio para el sistema nervioso, el contemplar lo verde del paisaje, como lo hacen los indios tepehuanos, es el mejor elemento curativo que hay, si tienes facilidad de viajar al mar, aprovecha lo benéfico del agua salada del mar para relajar tu sistema nervioso.

CONSEJO PRÁCTICO:
Detener por un momento, el frenesí y la locura destructiva en la que nos hemos envuelto desde hace un año, aprendamos la lección ya que lección aprendida es una libertad ganada.
Busquemos un espacio de reflexión para permitirnos generar una necesaria y renovada actitud y conducta frente a la naturaleza.
Redefinir, resignificar, reconstruirnos. Esas son las palabras que deben gobernar ahora nuestra vida para poder sobrevivir a esta pandemia y quedar saludables y lúcidos.
Estamos viviendo un parteaguas en el mundo. Ha llegado el momento de desarrollar una nueva ciencia: una ciencia integral cuyo objetivo sea la salud natural y no una farmacopea parchada.
Una ciencia que comience a limpiar y a regenerar el agua, el suelo y el aire de nuestro planeta. Los tres orígenes de la vida.
Una ciencia que busque el fin común y no el negocio. Una medicina que abrace todas las alternativas y que busque otros conductos para lograr la salud mundial. Pensando solo en el ser humano, no en los intereses económicos de las grandes farmacéuticas.
Una visión de salud humanista es lo que debemos tener, para lograr un mundo sano y pacífico.
Mover nuestro cuerpo.
Mantenernos activos, hacer ejercicios, todos en casa, aunque estemos en confinamiento, tenemos que utilizar nuestros huesos, nuestros músculos para que no se atrofien, ya sea adentro de casa o en alguna bicicleta fija.
Hagamos yoga, caminemos, bailemos, ¡hay que movernos!
COMER SALUDABLEMENTE.
Comer en forma saludable y medir las cantidades, recordemos que, si no hacemos ejercicio y comemos de más, comenzaremos a ganar peso.
Dejemos la comida chatarra, los refrescos, las harinas y los antojos entre comidas, el tabaco, el alcohol porque todo esto es muy dañino para la salud.
En estos momentos, en los que estar lúcidos para poder sobrevivir en la etapa más difícil que nos ha tocado vivir en esta generación.

LA SALUD MENTAL.
La salud mental es elemental en estos casos. Practicar la meditación, oración, los pensamientos positivos, cultivar nuestra mente, así como un jardín, quitando las hierbas dañinas que no nos sirven, que son los pensamientos negativos y las frases catastróficas.
Leamos temas positivos, alegres, biografías que nos muestren la resiliencia de las personas en situaciones adversas.
Tenemos que decidir ponernos en la fila de los que se van a empeorar con la pandemia o de los que nos vamos a mejorar después de ella.
¿Cómo quieres ser después de la pandemia?
¿Quieres ser un ser humano deprimido, derrotado, amargado, enrabiado, vengativo contra el mundo, arruinado y sin ninguna ilusión para vivir?
¿O prefieres ponerte en la fila de los resilientes, los valientes, que se atreven a enfrentar la adversidad con una sonrisa en los labios, tratando de tomar lo mejor de la vida, tratando de sacarle partido al encierro, inventando cosas positivas que hacer para sobrevivir en todos los sentidos, utilizando el tiempo libre y ocioso en aprender oficios que tal vez te saquen de este estancamiento en que estamos ahora y que va a pasar? Tal vez inventar una fórmula o una receta de la abuela para vender esas ricas galletas que ella hacía, que te puede ayudar en tu economía vendiéndolas, por ejemplo, dar asesorías virtuales de ese tema que tu dominas tan bien.
PREVENCIÓN:
Fortalecer el sistema inmunitario es nuestro principal blindaje en estos momentos.
Còmo?
Con una buena alimentación, con ejercicio al aire libre, con una actitud positiva.
Sugerencias:
Consumir muchos líquidos, tibios o calientes.
Tomar agua tibia con vinagre de manzana, miel, propóleo.
Tomar una cucharada de aceite de olivo, o de aguacate, semilla de uva. Para fortalecer nuestras células.
Medicina natural preventiva:
Consumir el extracto de propóleo de abeja, hasta 60 gotas al día o atomizando la garganta hasta 12 veces al día, si ya has contraído el virus.
Hacer gárgaras con agua caliente, vinagre, propóleo y sal de mar.
Tomar agua caliente con un limón y dos cucharadas de miel infusionada de jengibre y cúrcuma, hasta tres veces al día.
INHALACIONES:
1 Litro de agua caliente con 10 gotas de aceite esencial de eucalipto y 60 gotas de propóleo de abeja. Tres veces al día.
Mezcla de tres tés: TE VERDE, DIENTE DE LEÓN Y CARDO MARIANO, con todo y raíz.
Té de manzanilla endulzado con miel y propóleo, actúan como Interferón natural para estimular anticuerpos e impedir la entrada de virus a nuestro cuerpo, y bajar la inflamación en los pulmones.
Preparar estos tés, en 2 litros de agua, agregar 10 gramos de cada planta y hervir durante 5 minutos.
Tomar una taza tres veces al día, durante 14 días
Reducir el consumo de alimentos proinflamatorios como azúcar blanca, harina, café y carnes rojas.
Consumir alimentos alcalinos para prevenir la inflamación.
Introducir en nuestra dieta:
Hojas verdes, brócoli, apio, pepino, aguacate, ajo, diente de león, espirulina, cítricos, piña, mango, sandía, frutas altas en fibra, crudas o al vapor.
Consumir tés con propiedades antivirales, endulzados con miel de abeja y propóleo:
Tomillo, romero, menta, flores de saúco, laurel, ajo japonés, equinácea, jengibre, cúrcuma, albahaca, hierbabuena, árbol del té, neem, gordolobo, mirra, ciprés, moringa, Jamaica y tamarindo.
Diente de león, te de Limòn, clavo, manzanilla, juncia (ramas de pino) alcanfor, eucalipto, sábila, cardo mariano, cardo santo.
Cuidemos nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestros pensamientos.
En estos momentos de oscuridad del Planeta, pongamos luz, en esa oscuridad, para poder sobrevivir.
Pensemos, no nos dejemos llevar por el miedo y las ideas de otros.
Entremos en nosotros mismos para hacernos cargo de nuestra mente, espíritu y de nuestra salud corporal.
Cuídense mucho.
Dios nos bendiga a todos.
Triny Terrazas.
Sabidurìa Milenaria.